sábado, 9 de abril de 2016

Introducción

Hoy sería un magnífico día para Charlot, nada más abrir los ojos pudo notar la calidez de los primeros rayos de sol que aterrizaban en su sencilla habitación. Hacía tiempo que no se sentía tan bien consigo misma, se sentía con fuerzas y ganas de empezar un fantástico día.                   
Puso los pies en el suelo y noto la frialdad del mármol. Nueva casa, nueva vida, nuevas sensaciones. Se dispuso a ir a la cocina, cuando tropezó con una caja de la mudanza y cayó un objeto al suelo. Era un marco, que para ella estaba lleno de recuerdos y buenos momentos. Cuando cogió el cuadro notó como algo que subía de los pies a la cabeza, un mar de emociones, era como una mezcla de alegría y nostalgia. Era una foto de ella y Tom.
Tom era su antiguo compañero de paseos, diversión y charlas intentando arreglar el mundo. Cuando se mudaron a Dublín tuvo que dejar a muchas personas atrás, algo que era muy difícil para ella, pero comprendió que la vida era así, las personas vienen, las personas van, pero los recuerdos perduran para siempre, estén presentes o no, siempre estarán contigo. Para Charlot, era un día muy importante, era su comienzo, empezar una nueva aventura, aprendizajes y sobre todo disfrutar del camino.
Después de prepararse, subió al coche y se fueron al instituto. Cuando llegaron, vio muchas  caras desconocidas, al principio estaba algo asustada y desconcertada, no sabía por qué actuaba así.
Charlot a pesar de tener solo diecisiete años, era muy madura para su edad. Tenía una inteligencia emocional muy alta y para ella los cambios no son tan difíciles de lidiar, casi siempre solía integrarse bien, aunque a veces le costaba.
Entró en su nueva clase y miro a sus compañeros y compañeras, ellos le acogieron bien en su clase, no tuvo problemas para relacionarse e hizo buenas amistades.
Las primeras semanas fueron bastante bien, sacaba muy buenas notas y no parecía que tuviera muchos problemas en su casa. Pero algo le pasaba, añoraba su antigua ciudad, es un proceso de cambios importantes y aún no lo había superado al cien por cien, por así decirlo. Para calmar esa angustia que sentía, decidió dedicar su tiempo a la lectura, el mundo que Conan Doyle había creado para todos sus lectores, Sherlock Holmes era su ídolo, le encantaban las novelas de misterio.
Se pasaba noches y noches leyendo, alternando el estudio con la lectura y para ella era enriquecedor. Un día recibió una noticia que para ella iba a ser increíble, Tom, su amigo se mudaba también a la ciudad donde ella vivía, por motivos de trabajo. Ella estaba entusiasmada, por fin, algo en su vida iba creciendo.
Tom sí que era un entusiasta de Sherlock Holmes, él quería ser detective y esas lecturas habían sido de gran apoyo para su formación, le motivaban mucho aunque solo fueran ficción.
Una mañana estaban andando para el instituto cuando de repente escucharon un estallido proveniente de atrás, los dos sacaron su lado policial y corrieron hacia el sitio en cuestión.                                    
Cuando llegaron había mucho humo y apenas podían percibir nada. Charlot se quedó sentada en un banco de al lado mientras Tom investigaba que había pasado. De repente, Charlot sintió como unas manos la envolvían y le hacían oler cloroformo para dormirla. La cogieron y la encerraron en una furgoneta.
– Bien, la primera parte de nuestro trabajo está hecho. ¿Qué hacemos ahora jefe?                       
Entre el ruido del motor y los murmullos de la conversación despertaron a Charlot que estaba con un ojo entre abierto.
– Ahora tenéis que llevarla a la fábrica abandonada. Allí decidiremos entre toda la organización qué hacer con ella.
Mientras tanto, Tom estaba muy preocupado. No encontraba a Charlot, descubrió que todo era una trampa. Llamó a la policía para denunciar el caso de secuestro que él supuso que era premeditado.
Charlot despertó rodeada de personas, estaban vestidas con batas blancas, su primera impresión es que eran científicos o algo parecido, es lo que se le paso por la cabeza.
– ¿Quiénes sois? dijo tartamudeando asustada y sin fuerzas, parece ser que el cloroformo que le habían hecho oler la había debilitado completamente.
– Hola Charlot, voy a ser claro y directo. Soy el jefe de esta organización. Sé que sabes muchas cosas de nosotros, sobre todo de ese chico, Tom. Lo que quiero que me digas es todo lo que sabes, sé que has estado siguiéndonos durante mucho tiempo, pero eso va a acabar, habla y no seré tan cruel para decidir tu muerte. Solo tienes que darnos la información y hacernos saber qué sabe Tom de nosotros.
Charlot se quedó callada, no sabía cómo reaccionar.
– Bueno, como veo que no eres capaz de argumentar ninguna respuesta, estarás encerrada hasta que tengas el valor de hablar.
Seguidamente, dos personas la cogieron en brazos y la llevaron a un calabozo que tenían en el escondite.
Charlot se despertó en una habitación que estaba en muy malas condiciones, no tenía ni cama, era un simple colchón en el suelo. Le habían quitado todas sus pertenencias y no tenía nada con lo qué escapar. Simplemente había una lámpara vieja que estaba rota.
Seguidamente, pensó un plan para escapar. Se tumbó en la cama arropada con la manta y entre sus manos había cogido la lámpara. Horas después entró en la habitación uno de la organización para ver qué le pasaba porque no se movía y pensaba qué había pasado algo.
De repente, Charlot le golpeó con la lámpara en la cabeza y salió corriendo. Vio una habitación que tenía teléfono y llamó a Tom.
– ¡Tom! Estoy en peligro, no puedo hablar mucho pero me han secuestrado, una organización. No entiendo lo que dicen, pero te relacionan a ti siempre ¿Sabes qué está pasando?                      
Tom provocó un silencio incomodo, ya que no podía responder porque estaba impactado de lo que acababa de escuchar.
– Charlot… escóndete y no te muevas, localizaré desde donde llamas e iré a por ti.
intentó salir de esa habitación para esconderse en otro lugar pero la puerta estaba cerrada.
Había muchos documentos en esa sala, empezó a indagar y se dio cuenta de muchas cosas…
Cogió un libro que sobresalía de la estantería y descubrió una de las cosas que era la clave para entender lo que estaba ocurriendo. Vio la foto de su madre y un documento que hizo que se diera cuenta de que ella estaba involucrada en esa organización, que cometían todo tipo de delitos y crímenes.
Estaba impresionada, no sabía cómo reaccionar. Quería seguir leyendo cosas y descubrió que Tom también estaba involucrado anteriormente pero que consiguió escapar y ponerse a salvo. De repente escuchó como el pomo de la puerta iba torciéndose, era un sonido muy molesto y cada vez su corazón palpitaba con más intensidad, para ella aquel instante se volvió eterno, ese sonido iba haciéndose más insoportable hasta el punto que le entro un desagradable e intenso dolor de cabeza. Consiguió esconderse a tiempo en una taquilla que había en la habitación.
Escuchó unos pasos, por el sonido de la suela chocando contra el suelo, parecía ser de una persona muy arrogante. Estaba concentrada en la cercanía de los pasos cuando se percató de que ese sonido paró.
– Aquí hay alguien.
– ¿Cómo dice? Aquí es imposible que entre nadie, no diga tonterías en estos momentos.                  
– ¿No siente un olor perfumado en esta habitación? Aquí ha estado alguien antes que nosotros, me atrevería a decir que hace instantes que estaba aquí ¿no le parece?                           
– Puede ser que sea una de las nuestras, sabes que en nuestro grupo tenemos a varias científicas que hacen los antídotos, no se alarme tanto.
– Bueno, coja el informe y vayámonos de aquí.
Cuando Charlot escuchó un portazo, abrió un poco la puerta de la taquilla para saber si había alguien, no había rastro de nadie, entonces decidió salir.
Vio una rejilla y pensó que sería buena idea salir por ahí. Consiguió abrirla y se metió dentro. Para que nadie sospechara, la volvió a colocar una vez dentro del pasadizo.                                                 
En el mismo instante que coloco perfectamente la  rejilla, escuchó como alguien abría la puerta con muchísimo genio.
– ¡Se ha escapado! Ya decía yo que aquí olía a perfume. Pero ya se habrá ido, en el tiempo que nosotros salimos de aquí…
– Relájese, ya he hablado con el jefe y están inspeccionando la fábrica entera. No es problema, tenemos varias centrales, por deshacernos de esta no pasará nada. Si no la encontramos quemaremos el edificio y adiós Charlot.
En ese momento salieron de la habitación y Charlot se dirigió a buscar rápidamente una salida. Después de media hora buscando, consiguió encontrar una vía de escape por el alcantarillado.
Finalmente salió y pudo respirar aire limpio. Cuando asomó la cabeza, vio de frente la
fabrica donde estaba y se quedó allí para ver qué esta pasando.                                                 
De repente alguien le cogió el hombro izquierdo. Ella se volteó asustada y la expresión de su cara transmitía terror en ese instante. Pero cambió radicalmente cuando se dio cuenta de que se trataba de Tom.
– ¡Tom! Tenemos que escondernos, pueden vernos en cualquier momento…
– Es muy arriesgado. Vámonos, he traído el coche.
Cuando se montaron en el coche, vio a su madre, estaba pálida.
– Charlot, a partir de ahora las cosas van a cambiar mucho. Sé que estás desconcertada, no sabes lo que está pasando, te lo explicaré, lo único que te pido es calma y paciencia para entender esta situación.
Charlot estaba asustada, no sabía cómo reaccionar. Tanto su madre como Tom tenían una cara seria. No entendía qué tenían que ver con esa organización.
– A partir de ahora, ya no estaremos en nuestra casa de hace unos meses. Vamos a instalarnos en un sitio más seguro y con documentación falsa. Con estas personas es muy peligroso, como hagamos mal algo, estamos muertos. Para ellos es muy fácil borrar a alguien del mapa.
Mientras iban en el coche, Tom y su madre le explicaron toda la situación.
– Charlot, tu abuela era una persona luchadora. Pero desde joven ha estado involucrada en estas situaciones, ella no quería, pero no tenía más remedio. Tu abuela era policía, una de las mejores, por no decir la mejor. Completaba todas las misiones, tenía una personalidad firme y segura y nunca se equivocaba ni dejaba un caso a medias. Hasta que conoció un caso algo misterioso.
Nadie había conseguido dar con esta banda que había cometido crímenes impensables y muchísimos delitos. Ella era una persona noble y quería hacer justicia. No podía permitir que ellos siguieran tan frescamente cometiendo delitos de tal magnitud.
Se encaró con uno de la organización. Y fue su mayor error…
Con este tipo de personas, es muy complicado comunicarse, tienen centrales en todas partes, es muy difícil cogerlos a todos. Para ello debería haber ido directamente al cabecilla de la banda. Pero, con tantas personas, resulta muy complicado.
Ella dejó el cuerpo de policía para meterse en la banda y espiar profundamente. No sé si fue el mayor error de su vida o el mayor logro. Allí me tuvo a mí y me dio en adopción, no podía permitir involucrarme desde tan pequeña en un mundo así. Habló con mi madre adoptiva, que era una gran amiga de la familia y le hizo el favor de criarme. Cuando cumplí mis años, me enseñó unas cintas de mi madre, explicándome todo, todos los años de investigación sobre la banda, a la cual solo tuve acceso a dos de cinco cintas.
Me falta la mayoría de información para desenmascarar a esta banda, por mi madre y tu abuela, que en paz descanse.
Lo más impactante es cuando descubrí todo lo que tenía atrás, mi deber en la vida era vengar la muerte de tu abuela, fue entonces cuando conocí a un integrante muy joven en la organización, ese era Tom. Al principio, me daba mala impresión, pero luego descubrí que las apariencias engañan. Por alguna razón, parecida a la mía, él debía estar allí.
Un día conseguimos escapar y ese afortunado día pudimos coger otra de las cintas de mi madre que desvelaba más información, aquel día el jefe nos miró con tanto odio que solo con la mirada nos transmitió sus ganas de acabar con nosotros. Solo ahí pude entender, que cuantos más estemos unidos, menos posibilidades tendrán de derrotarnos.
Siento muchísimo no haberte contado esto antes, entiendo si te enfadas conmigo. Pero no quería que tu vida sea así, quería que disfrutaras cada momento de libertad, hasta que llegase el día que tengas que enterarte de la historia de tu familia, que es hoy.

 10 MESES DESPÚES…

 Después del misterioso incendio de aquella fábrica abandonada, no se han encontrado cuerpos, por lo tanto, el cuerpo de policía decide abandonar el caso y centrarse en otros más importantes actualmente. Estos dos meses atrás, hemos estado siguiendo el rastro de la organización y por fin podemos hacer algo. Hemos planeado entrar en su nuevo escondite y conseguir las cintas de mi abuela para descubrir su investigación y los años de dedicación a seguir a la organización. Solo por hoy, teníamos previsto ir a la entrada del nuevo escondite, fotografiar las entradas y salidas y conseguir planos del alcantarillado.
El problema es que me salté las reglas y entré, vi a dos personas y me eran muy familiares las caras, así que decidí seguirlas. Empecé a caminar y a caminar y me vi envuelta en un pasillo enorme y parecía estar sin salida alguna, los planos fallaban. Algo estaba pasando. De repente escuché unos pasos  detrás de mí.
– Se acabó el juego preciosa, es hora de despertarte de tu sueño. Celebremos este reencuentro con una rosa, la flor que tanto te gusta y tan roja como la sangre ¿No? Charlo.
En ese momento me quedé paralizada y no sabía qué hacer. Pude ver como sacaba una pistola y me apuntaba con ella.
– ¿Querías engañarme con unas gafas y un mono de trabajo? Que atuendo tan poco glamuroso para morir con él. Pero al fin y al cabo este es un buen sitio para morir, el sitio donde quieras o no, siempre vas a pertenecer, tus raíces son de aquí.
– Como has podido encontrarme…
– Por un cabello. Desgraciadamente para ti, encontré este cabello castaño rojizo en el pasillo de la organización. Después pude oír tu respiración jadeante por aquel inmenso pasillo y supuse que vendrías aquí para encontrar alguna prueba para incriminarnos a la organización. Lo cierto es que podía haberte matado nada más verte, pero pensé que debía darte una muerte más digna.
– Oh… te estoy tan agradecida de que hayas perdido tu tiempo esperando a qué llegara aquí.
– ¿Por qué no aprovechas para decirme algunas cosas? ¿Cómo conseguiste escapar de la fábrica?
En ese mismo instante se escuchó la voz femenina de alguien desconocida para ella.
– Suelta el arma o disparo.
– Oh vaya, a quién tenemos por aquí, si es nuestra traidora favorita.
En ese momento el oído de Charlot sufrió el irritante sonido de la bala hacía la pistola que estaba apuntándola. Esa chica tenía una puntería impresionante, solo de un disparo pudo derribar la pistola sin hacerle ni un solo rasguño.
La chica aprovecho el momento de conmoción para coger a Charlot y sacarla de allí.
– He hablado con tu madre y hay un cambio de planes, a partir de ahora trabajaras conmigo.
– Como sé que puedo fiarme de ti, no sé quién eres.
En ese mismo momento sacó una foto y me la dio. Pude observar que estaba con una persona y atrás había algo escrito.
Era un recuerdo de ella y mi abuela, cuando eran policías. Eso me dio seguridad para confiar en esa persona. Además, no se la veía con malas intenciones.
– ¿Cómo te llamas?
– Me llamo Abbi. No te preocupes por tu familia, está bien. Soy de la policía privada y también me ayuda un grupo reducido del FBI. Debo decirte que este caso es muy arriesgado, esta gente no se anda con rodeos, tenemos que estudiar muy bien nuestros pasos para poder derrotarlos y encerrarlos a todos.
Ese día era clave para Charlot, su familia fue trasladada a Londres, donde vivían anteriormente. Tom seguía en Dublín, él era necesario para la operación de coger a estos delincuentes.
– Todo depende de ti, Charlot. ¿Aceptas el reto? ¿Te ves capacitada para cumplir las misiones y poder capturarlos a todos?
– Acepto el reto.